¿Qué simboliza el sacrificio de Abraham?

Está escrito en la Biblia Cristiana, Antiguo Testamento, Génesis XXII:1: ".…probó Dios a Abrahán… 2. Díjole: toma a Isaac, tu hijo único a quien tanto amas y ve a la tierra de visión y allí me lo ofrecerás en sacrificio en uno de los montes que te mostraré. 3. Levantándose pues Abrahán antes del alba, aparejó su asno, llevando consigo a dos mozos y a Isaac, su hijo… y encaminóse al lugar que Dios le había mandado. 9. Y finalmente llegaron al lugar que Dios le había mostrado, en donde erigió un altar, y acomodó encima la leña y habiendo atado a Isaac su hijo, púsole en el altar sobre el montón de leña. 10. Y extendió la mano y tomó el cuchillo para sacrificar a su hijo. 11. Cuando he aquí que de repente el ángel del Señor gritó del cielo, diciendo: Abrahán, Abrahán. -Aquí me tienes respondió él. 12. No extiendas tu mano sobre el muchacho… ni le hagas daño alguno: que ahora me doy por satisfecho que temes a Dios, pues no has perdonado a tu hijo único por amor de mi o por obedecerme.

 
 

13. Alzó Abrahán los ojos, y vio detrás de si un carnero enredado por las astas en un zarzal, y habiendo cogido lo ofreció en sacrificio. 14. Y llamó a este lugar Moria, esto es el Señor verá y proveerá. …

y por esta prueba de obediencia yo te llenaré de bendiciones y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo…

Desde siempre esta historia ha sido usada como la máxima lección sobre la obediencia que todos los buenos cristianos deben a Dios y a sus representantes humanos. Pocos parecen haberse apercibido de la increíble cadena argumentativa del relato. Cómo el Dios del Amor puede exigir un sacrificio humano, que asesinen a un inocente. Como puede exigir el derramamiento de sangre. De poca utilidad es la excusa de que es un relato del Antiguo Testamento, donde se creía en un Dios cruel y sanguinario, cunado en el presente se sigue enseñando con el mismo sentido.

Este relato –ENTENDIDO EN SU SENTIDO TRADICIONAL- sólo es comprensible como una reliquia de los ritos paganos asimilados por los sacerdotes hebreos, quienes no eran mas que los sucesores de los sacerdotes paganos.

Nos preguntamos ahora si cabe otra interpretación de este relato tan singular. En el entendido que los escritos inspirados tienen más de un nivel de interpretación, proponemos esta otra, para que Ud. siguiendo al Dios en su interior (Lucas 17, 21 “El reino de Dios está en vuestro interior”) y en uso de su libre albedrío acepte la que mas se avenga a su comprensión.

En primer lugar reclamamos su atención sobre el significado de dos palabras:hijo y sacrificio.

1- La palabra hebrea para hijo es “ben” y tanto en hebreo como en castellano puede ser usada con ligeramente distintos significados. (1) En toda la Biblia se dice que el hombre es hijo de Dios. Si tomamos el significado mas popular de hijo, como hijo biológico, la primera pregunta que surge es ¿y donde esta la madre que nos parió?

Podemos pasar entonces a una interpretación más amplia del concepto de hijo que es todo lo creado por. Somos hijos de Dios porque Dios nos creó. Nuestros hijos no son solamente nuestros hijos biológicos – o legales- sino también todas nuestras creaciones, sean estas de pensamiento, sentimiento u obra. Somos responsables de todas nuestras creaciones, de todos nuestros hijos.

Entonces entendemos hijo como “creación, producción”.

2- La palabra "sacrificio" que actualmente en el inconsciente colectivo se asocia a sufrimiento, pesar, dolor, resignación, martirio, inmolación, ofrenda (que no queremos hacer), privación, mortificación, todos significados asociados a algo negativo que debe ser evitado. Sin embargo cuando rastreamos su significado etimológico encontramos algo muy diferente.

En la Enciclopedia Católica: (Latín: sacrificium; italiano: sacrificio; francés: sacrifice). Este término es idéntico al inglés “offering” (latín: offerre) y al alemán “Opfer”. Este último no se deriva, sin embargo, de “offerre” sino de “operari” (en alto alemán antiguo “opfâron”; en alto alemán medio: “opperu”, “opparôn”), y significa “emprender algo celosamente”, “servir a Dios”, “ofrecer sacrificios” (cf. Kluge "Etymologisches Wörterbuch der deutschen Sprache", Estrasburgo, 1899, p. 288). Pero en realidad, por sacrificio se entiende universalmente la ofrenda hecha a la deidad de un don perceptible por los sentidos, como manifestación externa de nuestra veneración, que tiene por objeto alcanzar la comunión con ella. Mas en sentido estricto esa ofrenda no se convierte en sacrificio sino hasta que el don visible sufre una transformación (por ejemplo, al ser matado, o al derramar su sangre, al quemarlo, al derramarlo).

Curiosamente no avanza en análisis de las raíces latinas del vocablo. En Wikipedia leemos: Sacrificio, del latín: sacrificium, sacrum facere (hacer sagrado) es un concepto que, a nivel religioso, implica la ofrenda hecha a la deidad de un don perceptible por los sentidos, como manifestación externa de nuestra veneración, que tiene por objeto alcanzar la comunión con ella. La ofrenda no se convierte en sacrificio sino hasta que el don visible sufre una transformación como, por ejemplo, al ser muerto, o al derramar su sangre, al quemarlo, al derramarlo, etcétera.

En concreto entendemos que la traducción correcta del vocablo sacrificio en este contexto es la de tornar sagrado un acto, ofrecerlo a Dios, dar un significado trascendente a nuestros actos (hijos), tornarlos conforme a la voluntad de Dios, esto es hacer que todos nuestros actos (hijos) pensamientos, sentimientos u actos esten conformes con la voluntad divina, que creemos que es la de hacer este mundo un mundo mejor, donde todos puedan vivir en felicidad y realizarse como individuos. Por lo expuesto concluimos que Dios nunca pidió a Abrahán que matara a su hijo en el monte Moira sino que le pidió que sacralizara todos sus actos (hijos) haciendo siempre el bien, que tornara sagrados sus actos construyendo un mundo mejor, para beneficio de todos. Amén

 
         

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